“A veces cuando todo parece ir de mal en peor
cuando todo conspira y corroe
y las horas, días, semanas, años
parecen desperdiciados,
tendido sobre mi cama
en la oscuridad
mirando el techo
concibo lo que muchos considerarán
un detestable pensamiento:
aún es agradable ser Bukowski”.
(Charles Bukowski - escritor estadounidense
Alemania 1920 - EE.UU 1994)
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Comentarios sobre BUK
Hace mucho dejó la escena tucumana para radicarse en Buenos Aires e iniciar un camino trascendente, principalmente en la cinematografía nacional. Fue un placer reencontrar en su pago natal a Alberto Benegas, bebiendo nuevamente del oficio que abrazó de potrillo y comprobar que sus dotes actorales han alcanzado una lúcida madurez. La densidad del texto dramático de Víctor Hugo Cortés exige que un total compromiso del actor, que debe jugarse para poder reflejar despojadamente el alma sombría de Charles Bukowski, integrante de la legión de los “malditos”.
Benegas transita con versatilidad por los distintos estados anímicos de “Buk” y trasmite la desesperanza, el escepticismo -por momentos despiadado- la autodenigración, bajo el ropaje del alcohol, que atormentó al escritor y lo lanzó hacia el abismo de la existencia. Con este unipersonal, el “Negro” retorna a su primer amor, el teatro, como un modo de reafirmar su identidad y de demostrar que su fuerza dramática ha sido enriquecida a fuerza de trabajo perseverante y serio.
Sostener durante más de una hora al cambiante y sombrío personaje de Buk, manteniendo la atención del público, no deja de ser una hazaña, quizás comparable a las de Hércules. Benegas no sólo lo logra con calidad, sino que además crea en algunos espectadores el deseo de compartir en el tercer tiempo un whisky conversado y confidente entre amigos.
Roberto Espinosa
(La Gaceta / setiembre 2008)
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Me impresionó ver el expresivo rostro de Alberto Benegas bajo la turbulenta cabellera de Bukowsky.
Siempre lo supe un gran actor, dotado de una notable intuicion para la interpretacion de los textos y la construccion de sus personajes, a lo que se suma en este trabajo la ductilidad con la que resuelve las multiples transiciones que su composicion le requiere.
La soledad del escenario se inunda con la presencia de Alberto Benegas y los fantasmas de su desquiciado heroe.
Alberto Benegas es Buk.
La puesta de Víctor Hugo Cortés logra que el espectador “vea” la presencia de personajes virtuales y propone un tiempo múltiple y no lineal. Cada estado de ánimo de Bukowski se resuelve en un lugar distinto del escenario.
Ernesto M. Chehade
(actor – director tucumano)
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Buk, Bukowski, fue un escritor controversial. Sus escritos cumplen aquello que Arlt pedía para la literatura: son un cross a la mandíbula. ¿Cómo se transmite eso? ¿Cómo llega la potencia de ese cross a los oídos, a los ojos, al alma? A través de la gran actuación de Alberto Benegas. Sólo un gran actor hace justicia a la esencia de esos textos impetuosos, a ese espíritu plurisémico. Sólo Benegas nos lleva de la risa a la emoción, a través de tonos, de gestos, de posturas, de un caleidoscopio de sensaciones que él transmite, solo, en el escenario, ante la presencia rediviva de Buk.
Y, parafraseando la frase concluyente de la obra y fiel a su esencia actoral, puede decir: aún es agradable ser... Benegas.
Pilar Cortés, Profesora en Letras UNT, profesora universitaria y del nivel medio
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Son varios los factores que inciden para considerar a Buk una obra teatral impecable. El arduo trabajo de investigación acerca de la vida de este enigmático personaje; la claridad y el dinamismo en la redacción del guión; la atinada estructura de la obra que se desdobla para presentar de modo inteligible la compleja personalidad de Bukowski, su mundo y su historia; la iluminación que cumple un rol fundamental en la puesta en escena y está muy bien utilizada, planteada de modo tal que sirve para “aclarar” y nos permite ser testigos de la oscura historia de Bukowski. Con cada disparo de luz nos enteramos de distintos aspectos de su vida que justifican, tal vez, su modo de pensar y de presentarse ante el mundo.
Y como lo mejor siempre se deja para el final, recién ahora destacaré el magnífico desempeño de Alberto Banegas en un papel que parece haber sido escrito para él. Es complicado, después de haberlo visto sobre el escenario, imaginar a Bukowski en otro cuerpo y con otros rasgos y gestos que no sean los de Alberto. Él supo explotar con soberbia brillantez toda la opacidad, crueldad y pesimismo que caracterizó a Buk.
Guadalupe Alcántara
Periodista programa “Los Primeros”, Canal 10.
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